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¿Cómo es la visión de la gratitud?

El diccionario de la Real Academia Española dice que la gratitud es un sentimiento que obliga a una persona a estimar el beneficio o favor que otra persona le ha hecho o ha querido hacer. Con esta definición queda claro que cada miembro de Drogadictos Anónimos no solo debe de sentir y saberse agradecido con ella, sino que pareciera, de acuerdo a la experiencia, que cada uno debería estar comprometido a regresar la dádiva que ha recibido porque gracias a esta ha trasformado su vida.

Casi siempre he escuchado a Don David decir que debemos de mantener un corazón agradecido, porque un corazón agradecido Dios lo ve con buenos ojos, pero más allá de esta idea, para los DA tiene un significado especial. La actitud de gratitud ante la vida es la mejor actitud, ya que gracias a eso se puede valorar lo que para otros puede resultar insignificante y de poco valor.

Considero que no hay quien no haya recibido algo bueno de la asociación. Los compañeros de mayor tiempo no podemos ni siquiera pensar que la asociación ha sido injusta con nosotros porque todos, sin excepción, tenemos lo que tenemos y somos lo que somos gracias a DA; y vaya que muchos de nosotros aquí terminamos un carrera profesional, otros nos casamos y aquí nacieron nuestros hijos, no nos hemos drogado en años, en fin, cada uno podrá hacer una lista por la que debe sentirse y saberse agradecido y a la mayoría le faltará dónde escribir. Así que a partir de aquí responderé a la pregunta: ¿Cómo es la visión de la gratitud?

La gratitud fue, es y será siempre una actitud o un estilo de vida en la que pondera la conciencia de todo lo que se ha recibido de Drogadictos Anónimos, no se puede pensar la visión sin la acción y menos para el que se diga que es hecho en DA. La gratitud en el DA no será solo de pensamiento y de sentimiento, sino que tendrá la acción de por medio, porque solo devolviendo la dádiva recibida el alma podrá descansar en paz.

El integrado, el compañero de tiempo, el servidor de tiempo completo y el albergado siempre han podido y pueden seguir escuchando al recién llegado, porque para escuchar a otro no se requiere más que la disposición de regresar la dádiva, producto de un estado de gratitud, es decir, es la gratitud lo que mueve y moverá al otro a ir en búsqueda de su hermano que sufre más que él. La visión es ir allá donde está el hermano que sufre para consolar su alma atribulada y es posible que haya que cruzar fronteras porque la gratitud no conoce de límites cuando de devolver se trata.

Decir cómo es la visión de la gratitud es pensar en el hoy porque no se puede ‘visionar’ sino a partir del presente. Hoy vemos muestras de gratitud por doquier, de toda la gente que ha sido tocada por la asociación. Vemos al compañero integrado que no deja de asistir a su grupo y que incluso en los tiempos complicados de la pandemia por el COVID estuvieron insistiendo para poder asistir a su grupo y si alguien pregunta si esto es gratitud, diremos que sí, porque no basta sentir necesidad sino transformarla en acción; muchos de ellos no solo asistieron por necesidad sino que llevaron despensa, buscaban ser solidarios y devolver lo que habían recibido. Otros más pedían escuchar al nuevito y consolarlo en los tiempos difíciles, unos pidieron el servicio de ir a entregar los productos que se ofrecían para procurar fondos, en fin, todos querían demostrar su amor por el grupo o simplemente ser agradecidos. Entonces, si esto hicieron hoy, seguramente el mañana será alentador porque no faltará quien sienta la camiseta de DA y quiera gritar al mundo su gratitud.

La familia, los compañeros servidores y nuestros amigos bienhechores en todos los tiempos siempre han tendido su mano para hacernos fuertes, por lo tanto, estoy convencido que en el futuro contaremos con ellos de una manera incondicional.

Imagino a la asociación, o mejor dicho a los que la conformamos, con un sentimiento de unidad respecto a la gratitud, que en cada rincón que haya un DA demostrará con sus palabras y acciones que es un ser agradecido con la vida.

 

Con cariño y respeto: Artemio Manzano

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